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Andrés Ibañez

"Bajo tu frente crece una palma"

Bio

Licenciado en Filología Española, residió en Nueva York, donde escribió varias obras de teatro en inglés, dos de las cuales (Nympho Lake y Ophelia) se representaron en el circuito off off Broadway. Gran aficionado a la música, ejerce la crítica de conciertos de música clásica en el periódico ABC, en cuyo suplemento cultural también mantiene una columna semanal. Ha sido pianista de jazz durante muchos años. Trabaja como profesor de español en la Escuela Oficial de Idiomas de Madrid.

Ha publicado las novelas La música del mundo (1995) que obtuvo el Premio Ojo Crítico de Radio Nacional y fue recibida con grandes alabanzas por los principales críticos españoles, El mundo en la Era de Varick (1999), La sombra del pájaro lira (2003), El parque prohibido (2005)​ y Memorias de un hombre de madera (2009, IV Premio Tristana de novela fantástica). ​ Su novela Brilla, mar del edén fue galardonada en 2014 con el Premio de la Crítica. ​

Ibáñez ha cultivado también otros géneros, y en 1994, su relato "No esperes" fue recogido en la antología Páginas amarillas. ​Su libro de relatos El perfume del cardamomo obtuvo el premio NH de relatos inéditos, ​y ha sido publicado por la Editorial Impedimenta, en 2008. Su libro de poesía El bulevar del crimen fue accésit del premio Rafael Morales. ​Es también un destacado articulista, colaborador habitual de Revista de Libros y del suplemento cultural del diario madrileño ABC, donde publica una columna titulada Comunicados de la tortuga celeste.

De El rostro verdadero (Estática, 1918), novela en verso

Tercer canto del autómata

After W. S.

Villanela

 

Bajo la frente crece una palmera.

Todo lo llena con su luz topacio.

En ella vive el ave que te espera.

 

El aire tiene luz de paramera

en la flámea extensión, sin flor ni acacio,

pero en tu frente crece una palmera.

 

Esta desolación es la frontera

donde la palma crea un nuevo espacio.

En ella vive el ave que te espera.

 

Una canción distinta y extranjera,

mientras sus plumas cuelgan largo y lacio,

entona el ave oculta en la palmera.

 

Cuando la mente acabe y la primera

rama que fue enmudezca a su batracio,

oirás la voz del ave que te espera.

 

No entenderás su canto: persevera.

Lo que has vivido sólo es el prefacio.

Bajo la frente crece una palmera.

En ella vive el ave que te espera.

Himno del Maestro

 

Vivimos a la sombra de una estrella.

Nuestra ilusión es alcanzar la norma

que nos permita recobrar la huella

de aquel que abre la forma de la forma.

 

A zaga de sus pasos, en la arena

buscamos el recuerdo de un camino

que alivie el corazón de nuestra pena.

Buscar y amar son ya nuestro destino.

 

No es “él” ni “ella”, ni es “aquel” ni “aquello”

la forma que buscamos, siempre errantes:

es el recuerdo de un momento bello,

la memoria de lo que fuimos antes.

 

No es un hombre el Maestro, ni una rosa,

ni un león, ni un palacio, ni un misterio.

Es lo real que anida en cada cosa

haciendo de ello vida y ministerio.

 

Peregrino, hoy el sol te ha bendecido.

Toma hoy mismo la senda que te muestro.

El dios que anhelas vive en ti dormido.

No busques más, pues tú eres el Maestro.

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